9 de diciembre de 2011
-Te dejo.
-¿Por qué?
-Porque eres demasiado buena persona para mí.
Por suerte todo había sido un sueño. No tenía ningún sentido pero aún así parecía real. Lo normal es que en una pesadilla sobre mal de amores, tú sueñes con que alguien te rompe el corazón. En mi caso no. Mis pensamientos se basaban en no hacer daño a esa persona que tanto apreciabas y que cada día significa menos para ti. Lección 34: Cada vez que intentes dejar a alguien intenta hacerlo de la manera menos dolorosa y lo más justificado posible.
Hacía ya dos días desde que había hablado con él, pero en mi cabeza no paraba de rondar ese sentimiento de culpabilidad. Rafa Pujalte, un chico de dieciséis años (casi diecisiete), ojos azules, moreno, tímido pero con un toque pícaro y sonrisa perfecta. Al principio todo fue estupendo, nos besamos por primera vez el día que hacíamos un mes tras conocernos, nos compenetrábamos, sus besos eran como una droga… pero a los dos meses todo era diferente. Era como si ya no tuviera la misma ilusión que antes, la llama se había apagado y no sabía qué hacer al respecto.
Como muchas veces la gente necesita consejo, decidí preguntarles sobre la situación a personas que no conocieran al niño para que el consejo fuera objetivo. La respuesta siempre era la misma, debía decírselo aunque no se lo tomara bien. Tenía miedo, sabía lo que se sentía en el lado opuesto, y creedme, desde mi punto de vista también dolía mucho.
Dos días antes, 7 de diciembre 2011
No tenía muchas ganas de desayunar por lo que me conecté directamente. Tras media hora hablando con varios amigos veo que él se conecta. Decido hablarle. “:)”, como siempre, pero esta vez había algo de diferente. Rafa empezó a decirme que se había estado rayando últimamente y que me veía rara, por lo que consideraba que quedásemos como amigos. ¡Parecía un milagro! No me lo podía creer, era como si él hubiera leído mis pensamientos. Me quité un peso de encima. Era como si las cadenas que me ataban se hubieran roto suavemente. Lección 45: Siempre espera a que un chico actúe antes para así controlar sus movimientos y mejorar los tuyos. Decidí dejarle claro que yo pensaba lo mismo y que valoraba mucho nuestra amistad, por lo que no tendríamos que desaparecer de nuestras vidas. Él lo confirmo.
Este hecho me hizo pensar que yo podría parePublicar entradacer una rechazada, una ilusa del amor, la chica a la que rompen el corazón, pero todo esto no conseguía desvanecer la satisfacción que sentía por dentro. Lección 23: Algunas veces necesitamos tragarnos el orgullo para no sentirnos tal mal con otras personas.